Francis Kurkdjian se ha adentrado en el territorio emblemático de Dior Homme bajo el signo de lo evidente. El bello equilibrio de su fragancia, construida sobre una ambivalencia entre fuerza y ternura, rigor y calidez, le habla con naturalidad. Un universo de elegancia e intensidad, que siempre ha sido el suyo y que le invita a dar un paso más allá en la naturaleza distintiva de Dior Homme, a infundirle la radicalidad y la contemporaneidad que son las señas de identidad de sus fragancias.

Francis Kurkdjian reinterpreta Dior Homme, amplificando su sensualidad elegante en una composición rica y concentrada en la que el Iris sigue reinando, pero con una dosis mayor, por primera vez en una dualidad entre la suavidad de sus pétalos y la potencia de sus raíces. Una creación que exacerba los colores cálidos de una seducción asumida, envuelta en notas sexys y adictivas. Sensual y estructurado, su Dior Homme Parfum se hace eco de un espíritu de alta costura actual que presenta a un hombre Dior con un encanto sutil, urbano y a la vez muy elaborado.

Para expresar la masculinidad sensual de Dior Homme, Francis Kurkdjian se propuso reforzar su dualidad entre fuerza y ternura, su quintaesencia olfativa.

El Iris, la nota vertical distintiva, se apoya en un acorde amplio y texturizado. Inmediatamente seductor, poderosamente adictivo, un acorde ambarino exquisito y generoso se alía con la densidad del pachulí y se encuentra con un vetiver potente, así como con una sobredosis de cumarina con acentos secos de heno recién cortado.

Sintetizada, condensada, su fórmula llega directa al corazón.
Todo es «más»: más intenso y envolvente, más adictivo y seductor.
La versión de Dior Homme de Francis Kurkdjian se convierte en el mordisco carnal de una fragancia a la vez cautivadora y con cuerpo.

Hoy, Francis Kurkdjian ha elegido para su fragancia un nuevo Iris Pallida excepcional, en la que ha duplicado literalmente su presencia en la composición con respecto a la fórmula original. Fruto de una colaboración exclusiva de Dior con una cooperativa toscana, la «manteca» de Iris de Dior Homme Parfum se escoge con precisión, seleccionada por su calidad fuera de lo común.

Procedente de esta singular región italiana, el extracto de Iris se utiliza por primera vez en Dior Homme Parfum. Tres años de cultivo, seguidos de tres años de secado, son necesarios para obtener los raros y preciados rizomas. Siguiendo el proceso tradicional de hidrodestilación, se muelen hasta convertirlos en polvo y, a continuación, se cuecen al vapor durante al menos 20 horas. Cuando el aceite esencial se enfría tras la destilación, se solidifica en una pasta cerosa conocida como «manteca».

Para celebrar el lujo absoluto de esta flor, tan exigente como apreciada, Francis Kurkdjian la ha magnificado en una fórmula concisa y estructurada. Entre fuerza y ternura, Dior Homme despliega su seducción en torno al Iris imperial.